Como ya sabemos, es necesario pasar las horas adecuadas en la cama y descansar bien para llevar un estilo de vida saludable.  A cada edad necesitamos dormir un número de horas para que el descanso sea realmente reparador, no hay una media de horas y no sirve el “cuánto más mejor”. Para  bebés, niños, adolescentes,  adultos y ancianos,  hay un número óptimo de horas para dormir:

¿Cuántas horas debe dormir un bebé?

Los expertos aconsejan que los bebes de entre 0 y 3 meses de edad, deben pasar durmiendo  entre 14 y 17 horas al día. No se aconseja en ningún caso que se superen las 18 horas.

Para los bebes de entre 4 a 11 meses, el caso es similar al anterior: se recomiendan de entre 12 a 15 horas de sueño, nunca superando las 16 o 18 horas.

Entre los 1 y 2 años, no se recomienda que los niños pasen menos de 9 horas en la cama, pero que tampoco duerman más de 15. Ya entre 3 y 5 años lo más aconsejable es que duerman desde 11 a 13 horas.

Hacia el final de esta etapa, los niños deben pasar durmiendo entre 9 y 11 horas, una cantidad de horas nada desdeñable.

La adolescencia: el sueño cambia

La adolescencia es una época de grandes cambios, en todos los aspectos y con el sueño ocurre lo mismo. Los patrones de sueño se alteran, pero dormir bien sigue siendo muy importante: para que los jóvenes con edades comprendidas entre los 14 y 17 años tengan un rendimiento adecuado,  deben dormir una media de 10 horas al día.

Con una rutina de sueño adecuada, tendrá lugar la regeneración neuronal  y la hormona del crecimiento continuará su trabajo.

El sueño en la edad adulta

Para un adulto, dormir las horas necesarias a veces resulta complicado por el ritmo de vida que se suele llevar. No obstante, es muy importante en esta etapa de la vida, que la persona duerma entre 7 y 9 horas

Tercera edad: no le restes horas a tu sueño

Los mayores de 65 años, deberían dormir entre ente 7 y 8 horas. Dado que la calidad del sueño entra en declive en la senectud,  es difícil mantener esta pauta, aunque se debe intentar trabajar en mantener una adecuada higiene del sueño.

No debemos olvidar que el equipo de descanso es un factor clave para tener un sueño de calidad : el confort, la temperatura y la firmeza son los tres parámetros idóneos que debe proporcionarnos el colchón perfecto.