Hay una serie de medidas que sí podemos tomar para lograr descansar de un tirón y hay unas prácticas que deberíamos evitar, consejos que nos ayudarán a que nuestra experiencia de sueño sea completamente satisfactoria.

Adiós, adiós insomnio

• Sigue una rutina de sueño cada noche,  procura levantarte siempre sobre la misma hora, ya sea día de diario o fin de semana. Los horarios regulares de sueño, facilitan que nuestro organismo se acostumbre a que ha llegado la hora de dormir.
• Procura practicar deporte durante el día, al aire libre, eso sí siempre dos horas antes de ir a la cama.
• Cuida que las condiciones de tu dormitorio, sean las ideales a la hora de ir a dormir, en cuanto a ruido, iluminación y temperatura. Un lugar poco iluminado y silencioso, puede inquietarnos en una película de terror, pero cuando se trata de tu dormitorio, estas condiciones son fundamentales. Por otro lado, no pases ni frío ni calor mientras duermes.
• La ropa a utilizar, siempre cómoda y ¡ojo! presta especial atención a tus pies.
• Fundamental, tu cama, el lugar donde se cumplen tus sueños. Un colchón de firmeza media, una base en buen estado y una almohada acorde con el colchón, no pueden faltar en el dormitorio.

Qué evitar para dormir bien toda la noche

• Huye de las cenas copiosas, comida y cama no son buenas amigas.
• Dormir con música  y unos auriculares incrustados en tus oídos quizás no es buena idea. Seguro que finalmente te acabas despertando en mitad de la noche, debido a que tus umbrales para la percepción del sonido bajaron y lo que a la hora de dormir te parecía un sonido agradable, ahora se torna insoportable. O eso o una molesta sensación de presión en la oreja…
• Después de las 18 de la tarde, evita la cafeína. Nada de colas ni cafés si no quieres pasar una “noche toledana”.
• Para ir a dormir no se recomiendan llevar ningún tipo de dispositivo electrónico a la cama. Parece ser que el tipo de destellos que emiten, descontrolan la producción de melatonina, tan necesaria para el sueño.
• Las siestas deben ser cortas, ya que se trata de cargar pilas para lo que queda de día y no restarle horas al sueño nocturno.
• El tan traído y llevado tema de “consultarlo con la almohada” no parece ser muy recomendable. Es mejor dejar la mente en blanco a la hora de ir a dormir, y volver a encontrarse con el problema por la mañana.