A la hora de comprar una almohada, debemos asegurarnos de que nuestra fiel compañera de descanso nos aporte un sueño saludable, nuestro cuerpo nos lo agradecerá. La almohada es una parte imprescindible de nuestra cama, y lo es tanto que, en numerosas ocasiones nos cuesta dormir bien si no tenemos nuestra almohada con nosotros.
Cuidados diarios de la almohada
Para conservarla (en cuanto a higiene), podemos contar con un cubrealmohada que se adapte perfectamente a ella. Así, evitamos que se ensucien o cojan polvo. Además debemos lavar la funda y el cubre frecuentemente, ventilarlas y sacudirlas; estas prácticas ayudan al mantenimiento de las almohadas.
Cuando comprar una almohada nueva
Algunos signos que nos pueden indicar que debemos cambiar la almohada, estos pueden ser:
- Aparición de manchas de sudor o malos olores.
- Deformaciones en la superficie de la almohada.
- Si notamos que la almohada ya no tiene la misma firmeza, consistencia o altura.
- Si cambiamos el colchón, asegurarnos de que nuestra almohada se adapta correctamente a las condiciones de este nuevo colchón.
- De forma general, la vida útil de una almohada ronda los 5 años.
A la hora de elegir almohada
A la hora de elegir una almohada, debemos fijarnos en varios aspectos como, por ejemplo, el material del que está hecha. Puede ser látex, viscoelástica o fibras: el látex y la viscoelástica son materiales más adecuados que las fibras, ya que estos impiden la acumulación de sustancias como polvo o ácaros. Además, a ser posible, la almohada debe estar fabricada en el mismo material que nuestro colchón o un producto similar.
Otro factor a tener cuenta es el grosor de esta, ya que para las personas que duermen de lado este debe ser igual a la distancia que va del cuello al hombro. Para las personas que duermen boca arriba, se debe evitar que el arco cervical quede demasiado pronunciado, por lo que no debemos permitir que el grosor de nuestra almohada haga que el cuello se curve hacia delante o hacia atrás.
Si dormimos en pareja debemos centrarnos en la función de la almohada y no en la estética de la cama. Si nuestros gustos y necesidades son similares podemos utilizar una sola almohada, en la medida de matrimonio, pero si no, lo mejor para dormir bien es utilizar almohadas separadas.
Almohadas especiales
Otro tipo de almohadas especiales son las llamadas almohadas corporales (las llamadas body pillows en países anglosajones), aunque más que una almohada especial, sería un uso especial que se le da a una almohada de largos superiores a 120 cm. Se usan colocándolas entre las piernas y a lo largo de todo el cuerpo, cuando se duerme en posición fetal, resultando una opción ideal para descansar en determinadas circunstancias, por ejemplo, durante el embarazo.