Mientras dormimos plácidamente en nuestro colchón Lo Monaco, entramos en un estado de letargo, que debería de aislarnos de todos los agentes externos, pero sabemos que en la práctica no es así y nuestros sentidos siguen siendo sensibles a la estimulación que nos rodea, siendo el ruido un fenómeno que dificulta tanto la conciliación como el mantenimiento del sueño.
No obstante la sensación de ruido durante el sueño, difiere de una persona a otra y además existen diferencias entre sexos y por edad: cuanto mayores somos, somos más sensibles al sonido nocivo, además de ser las mujeres más susceptibles. Y no sólo afecta por la noche, existen estudios que evidencian cómo personas que durante el período de vigilia están expuestas a altos niveles de ruido, experimentan más episodios de insomnio.
El ruido nos afecta tanto en la fase de conciliación, dificultando el advenimiento del sueño y como al mantenimiento. Una vez hemos conseguido dormirnos, existen fases más resistentes al despertar (por ejemplo la fase 4 o de sueño profundo), sin embargo la fase REM, que ocupa un 25% de un período de sueño es más vulnerable, aunque existen una tendencia natural del organismo a preservar el sueño, por eso, muchos sonidos se incorporan y formarán parte de la actividad onírica.
¿Qué tal el “ruido armonioso” de ciertos tipos de música? Parece ser escuchar música antes de dormir, puede inducirnos a un estado de relajación, todo depende del tipo de música y la interpretación que cada persona le dé a la música escuchada, y ya conocemos lo necesario que es un entorno relajado para abandonarnos en brazos de Morfeo. Y un dato curioso: Un estudio reciente de las universidades alemanas de Tubinga y de Lubeck postula que escuchar música mientras se duerme sintonía con las ondas cerebrales lentas aumenta la memoria de las personas que están durmiendo.
Si en algún momento sientes tu descanso nocturno afectado por el sonido, existen los expertos recomiendan varias soluciones, como el viejo truco de utilizar tapones, o destinar a dormitorios las habitaciones más aisladas del exterior de la vivienda.