Calidad de sueño en el trastorno de la Tourette
La característica principal, y que diferencia al síndrome de Tourette de otros trastornos también de tics, es que las personas con este trastorno tienen tanto tics motores como vocales, aunque no sea de forma simultánea y estos se producen durante más de un año. Algunos ejemplos de estos tics pueden ser parpadear, encoger los hombros, girar la cabeza, gruñir, repetir palabras, etc.
¿Cómo afecta el síndrome de Tourette al sistema nervioso?
El trastorno de la Tourette es un trastorno del desarrollo cerebral que consiste en presentar múltiples tics vocales (sonidos/vocalizaciones o movimientos súbitos y rápidos), de forma recurrente y repetitiva.
Este trastorno del sistema nervioso central suele aparecer en la infancia, normalmente entre los cuatro y los seis años de edad, o antes de los 18 y es más común entre el sexo masculino. Además, afecta sobre todo a los niños y adolescentes, ya que aunque los adultos también pueden tener síntomas del trastorno, pero los tics suelen ser menos comunes, evidentes o graves en ellos.
Consecuencias diarias de los afectados por de la Tourette
Las personas afectadas por la enfermedad de Tourette suelen tener dificultades en varios ámbitos de su vida diaria. Por ejemplo, son comunes los problemas de atención, de memoria y de concentración, que influyen negativamente sobre el rendimiento académico, u otros problemas cognitivos o emocionales.
También las personas con este síndrome de Gilles de la Tourette pueden presentar problemas en las relaciones sociales, dependiendo de la gravedad de los tics, ya sea porque ellas mismas sientan ansiedad o vergüenza de sus propios tics, o por el rechazo que estos causen en otras personas.
Además, la mayor parte de las personas con el trastorno de la Tourette presentan también otros trastornos simultáneamente, lo que empeora aún más las consecuencias anteriores. Por ejemplo, estas personas pueden sufrir de ansiedad y depresión, y son especialmente frecuentes entre ellas el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), y el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
Problemas de sueño en persona con el trastorno de la Tourette
En general, las personas con el trastorno de la Tourette se quejan de tener una peor calidad de vida en distintas áreas que otras personas sin este trastorno y una de estas áreas es el sueño. En relación a esto, tal y como vimos en anteriores entradas de este blog, tanto el TDAH como el TOC se asocian a problemas de sueño en las personas con estos trastornos.
Así pues, no es de extrañar que, dado lo comunes que son el TDAH y el TOC entre las personas con el trastorno de la Tourette, pues que estas personas tengan también problemas de sueño. Sin embargo, algunos investigadores han demostrado que las personas con el trastorno de la Tourette tienen dificultades o alteraciones de sueño más allá de que presenten o no otros trastornos simultáneos.
Entre estas alteraciones destacan el insomnio, algunas parasomnias y alteraciones respiratorias, así como un menor porcentaje de tiempo de la fase de sueño REM y un mayor número de despertares durante la noche.
Los tics: una fuente de problemas
Una de las razones de que las personas con el trastorno de la Tourette tengan una peor calidad de sueño parece ser que los tics asociados a su trastorno siguen apareciendo durante el sueño en la mayoría de estas personas. Aunque, no obstante, sea cuál sea la causa exacta de sus problemas de sueño, no cabe duda de la importancia de estos, pues una mala calidad de sueño puede afectarles aún más negativamente en su vida cotidiana. Sobre todo porque el cansancio en uno de los factores que hacen que sus tics empeoren.
Alejandro Guillén Riquelme, es Doctor en Psicología por la Universidad de Granada. En la actualidad es investigador en el Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la Universidad de Granada. En este centro es responsable del Laboratorio del Sueño y Promoción de la Salud. Durante su formación ha realizado el Máster de Diseños de Investigación y Aplicaciones en Psicología y Salud, así como varios cursos sobre metodología, estadística e investigación.
A lo largo de su carrera destaca el estudio de la evaluación de la ansiedad, siendo coautor de la adaptación española del STAI, el séptimo cuestionario más empleado en España. Ha participado en cinco proyectos de investigación y ha publicado 30 artículos (27 de los cuales en revistas indexadas en el Journal Citation Reports).