El cuello es una de las zonas más vulnerables de toda la columna vertebral, esta vulnerabilidad viene dada por el exceso de movilidad que tiene que realizar la zona a lo largo del día, por eso es fundamental que al llegar la hora de dormir le procuremos un trato especial. En circunstancias normales desde Grupo Lo Monaco recomendamos una almohada de un determinado grosor según de la manera en que durmamos y con un relleno uniforme. Pero existen condiciones especiales en las que se necesita una almohada con unas características singulares. Para estas necesidades surgen las almohadas cervicales, caracterizadas por una ligera hendidura central y pequeñas elevaciones laterales que hacen que se coloque siempre el cuello en una posición correcta y evitan que durante la noche la cabeza rote.
Dolores cervicales crónicos
Si ninguna almohada te satisface, ni más alta ni más baja,ni más dura ni más blanda, prueba una almohada cervical.
Post-traumatismos
Si has sufrido un accidente y tu almohada de siempre no ha vuelto a darte ese descanso estupendo descanso que antes te ofrecía.
Roncadores
El cuello, en una posición inadecuada, dificulta una respiración fluida, y aparecen los ronquidos. Una almohada cervical puede darte gratas sorpresas.
Apnea
Como en el caso de los roncadores, si la respiración se ve dificultada, es más probable que se den episodios de apnea. La almohada cervical puede convertirse en tu aliada.